Archive for the ‘Juguetes’ Category

Industria del juguete creció 15%

enero 6, 2014

Las empresas que fabrican juguetes en la Argentina cerraron 2013 con una facturación superior a los $ 900 millones y una expansión del 15 por ciento en la producción. El sector está conformado por más de 100 pequeñas y medianas empresas que emplean a 3.550 trabajadores, precisó el Ministerio de Industria en un comunicado de prensa.

La titular de la cartera, Débora Giorgi, destacó que «la presencia del juguete nacional crece con fuerza en el mercado local» y advirtió que «a la mano de obra barata se la desafía con incorporación de última tecnología, creatividad y calidad». La industria del juguete atraviesa una etapa de crecimiento desde 2002, luego de que en los noventa se cerraran 180 fábricas a partir de la competencia desleal que representaba la llegada irrestricta de artículos del Sudeste Asiático. Las 60 empresas restantes que quedaron en pie en este período simplemente fabricaban algunos juguetes y artículos de bazar como complemento, para poder seguir adelante, según indicó la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ).

«Este Gobierno gestionó con políticas contra la competencia desleal, a partir de herramientas de crédito para traer maquinaria de punta», agregó Giorgi. A partir de la puesta en marcha del modelo nacional y productivo inaugurado en 2003, la industria del juguete registró un importante aumento en la producción, que acumula en los últimos años una suba del 130 por ciento. Eso permitió incrementar los puestos de trabajo, y generar empleo calificado, desde diseñadores hasta matriceros, además de invertir en maquinarias y ampliaciones de fábricas.

Actualmente el sector está formado por 100 empresas todas pymes con una facturación anual de 900 millones de pesos para el año 2013. Ocupa en forma directa a 3.550 trabajadores, y en forma indirecta a otros 1.700.

Ambito

Por las trabas a la importación, faltarían electrodomésticos y juguetes

enero 12, 2012

Por las restricciones del Gobierno a las importaciones, se estarían registrando faltantes de ventiladores, pequeños electrodomésticos y neumáticos.

Según publica hoy el diario Clarín , en algunos supermercados y casas de electrodomésticos no se consiguen ventiladores. La explicación que dan los encargados de esos comercios es que «los importadores no tienen de ningún tipo, ni turbo ni de pie».

Su acotada disponibilidad se suma al faltante de licuadoras, planchas y procesadoras, que se registró en diciembre, previo a la Navidad.

Pero no sólo se registra escacez sino que, por causa de ella, aumentaron los precios de las pocas unidades que se ofertan. De un precio promedio de $ 180 estos electrodomésticos pasaron a valer $ 350. Algo similar sucede con las planchas y licuadoras.

Respecto de las planchas, un nota de este diario anticipa que habrá que despedirse de la variedad, puesto que sólo se producirá aquí la mitad de los 24 modelos que había antes de que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, cortara su ingreso desde el exterior.

La falta productos importados también se hace sentir en los rubros de juguetería, ferreterías y gomerías.

La línea Barbie y las líneas de productos de la marca estadounidense Mattel son las que más escacean. Pero también las pistas de la marca Hot Wheels y los juguetes para bebés de Fisher Price.

En este caso desde los locales se cuenta que las publicidades de esos artículos se repiten en los canales para niños «una y mil veces», por ello la gente los reclama permanentemente. La encargada de una de las tiendas explica que «para Navidad recibieron mayor stock, pero para el día de Reyes Magos ya hubo faltantes».

Las gomerías, por su parte, están teniendo problemas con algunas medidas de neumáticos, especialmente los que usan los vehículos de alta gama. Faltan sobre todo los de la marca Goodyear.

Por último, en el rubro ferretería faltan algunos productos de venta general, como pinzas, destornilladores y tornillos, y otros más específicos, como maletines metálicos y llaves alien.

«Hay algunos productos que, sencillamente, acá no se fabrican», es la explicación que se repite.

La entrada a vigencia, a partir del 1° de febrero próximo, de la controvertida resolución general 3252 de la AFIP , promete agravar la situación ya que se exigirá la presentación de una declaración jurada anticipada de importación (DJAI) antes de cursar una orden de compra al exterior.
La Nacion

La producción de juguetes nacionales crece 10% en el año

diciembre 21, 2011

-La participación de la industria nacional en el mercado del juguete ya alcanza casi el 40%

-Con respecto a 2010, las ventas en el sector crecieron un 15%

La ministra de Industria, Débora Giorgi, resaltó que “el aumento de la demanda junto a nuestra políticas de preservación del mercado interno y los créditos blandos impulsados desde el Estado, hicieron que la participación de la producción nacional en las ventas internas de juguetes pasara de un 10% en 2000 a casi el 40% actual, con la generación en el sector de 4.000 nuevos puestos de trabajo”. La ministra señaló que “el objetivo para 2012 es que la mitad de los juguetes que se vendan en el país sean argentinos”.

Entre la década del `40 y del `70 en Argentina hubo más de 260 fábricas de juguetes -que empleaban a 3.000 personas- y abastecían a prácticamente todo el mercado interno. Sin embargo, con la apertura indiscriminada impulsada por la última dictadura militar, la producción nacional perdió terreno en el mercado local y en los ‘90 prácticamente la totalidad de los juguetes eran importados.

Tras la salida de la convertibilidad y con las políticas de resguardo de la industria nacional de la competencia desleal -aplicadas a partir del 2003- el sector de juguetes se encuadró en un contexto de crecimiento. El número de empresas jugueteras se incrementó y pasó de 35 en 2001 a más de 100 en 2011, lo que representa un incremento de casi 190 por ciento. “El optimismo empresarial de este período se tradujo en más y más inversiones y la cantidad de fábricas se triplicó. El juguete argentino nuevamente tiene su lugar en el mercado nacional” dijo Giorgi.

En la actualidad dos de cada cinco juguetes que se venden en el país es de industria nacional. Además, la producción de juguetes tuvo un crecimiento acumulado de casi 140% de 2003 al 2010. En tanto, en 2011 -según datos de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ)- la fabricación en el sector registró un aumento del 10% respecto al año 2010.

El presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), Miguel Faraoni, resaltó el rol activo del Estado para proteger a la industria nacional. “Regular la importación fue un factor fundamental para estimular a la industria de este sector”, dijo, al tiempo que destacó el objetivo común de las empresas y del gobierno para lograr un salto exportador: “La meta ahora es duplicar las exportaciones, objetivo que lograremos en conjunto manteniendo este mercado interno fuerte propiciado por las políticas de este modelo”.

Financiamiento

Otro de los factores que ha colaborado en el resurgimiento de la industria juguetera son los créditos de incentivo a la industria, como la línea de financiamiento blando para las pequeñas y medianas empresas que dispone el Ministerio de Industria, por el que las pymes acceden a financiamiento a una tasa del 10% anual. Asimismo los empresarios disponen de herramientas crediticias tales como el Fondo Productivo del Bicentenario -que otorga créditos a tasa del 9,9% anual a pagar en cinco años- y el Régimen de Bonificación de Tasas, que subsidia hasta siete puntos porcentuales la tasa con la que se otorga el beneficio.

Un caso emblemático es el de la empresa Rasti, que recibió un crédito del Bicentenario por 3,7 millones de pesos para la adquisición, adecuación y acondicionamiento de una planta industrial en La Matanza. El desembolso generó 45 nuevos empleos. “Cuando los empresarios tienen un panorama claro y ven en la economía de un país el crecimiento sostenido y la protección de la competencia desleal de su producción como se vive en Argentina, hacen inversiones”, dijo Giorgi y agregó que “hoy las pymes piensan en invertir en maquinarias, en tecnología de punta e innovación, porque no solo buscan conquistar el mercado interno, sino que quieren dar un salto exportador y posicionar al país en el mercado internacional”.

Datos del sector

En el país llegó a haber 260 fábricas de juguetes, con más de 3.000 obreros, entre la década del ’40 y la del ’70. En los años setenta la producción logró abastecer a casi todo el mercado interno. A partir de la dictadura militar (1976-1983) la apertura indiscriminada de productos externos provocó la debacle inmediata del sector.

En los últimos años, la cantidad de fábricas nacionales de juguetes pasó de 35 en 2001 a más de 100 en la actualidad, con la producción de más de 8.000 productos distintos que abastecen al mercado interno y que son exportados a Uruguay, Brasil, Chile, Colombia y Estados Unidos. Asimismo, este sector emplea a casi 4.000 trabajadores, lo que marca un récord histórico.

La participación nacional también tuvo un importante despegue, pasando del 10% al 35%. A principios de la década 1 de cada 10 juguetes que se podían comprar en los comercios había sido fabricado en el país. Hoy en día 1 de cada 3 juguetes ya es de industria nacional.

FUENTE: Ministerio de Industria

Moreno, el cuco que amenaza los festejos por el Día del Niño

agosto 12, 2011

Evitar una fuerte salida de divisas del país es la conquista. Mantener el superávit de la balanza comercial se presenta como la batalla. Y las trabas a las importaciones juegan su rol de armadura. Desde electrodomésticos y celulares hasta autos y productos textiles, las trabas a las importaciones marcan el ritmo de la economía.
Y en el mes del Día del Niño, los juguetes no son la excepción. Pero más allá de los esfuerzos de la Secretaría de Comercio que conduce Guillermo Moreno, las importaciones en el sector aumentaron un 44% en el primer semestre del año con respecto al mismo periodo de 2010. Así, las importaciones pasaron de u$s 131,35 millones a u$s 190 millones, según sectoresonline.com, de la consultora Abeceb. “De no haber existido aquellas trabas, las impo serían mayores aún”, aseguran en la consultora.
Bajo este panorama, las importadoras siguen teniendo problemas con la entrega de sus productos para el Día del Niño, que se festejará el domingo 21 de agosto, una semana después de las elecciones primarias. Un día que, según cada empres, representa entre un 20 y un 60% de sus ventas anuales.
«Hoy hay desabastecimiento, y no podemos traer todo lo que queremos porque la mercadería se demora en depósito fiscal», dice Andrés Cogliano, director de Marketing de Lionel’s. La empresa -que en la Argentina fabrica los legendarios Mis Ladrillos- importa de manera exclusiva las marcas Welly, Kydos y Gloria.
Para Darío Mermelstein, presidente de la Asociación Argentina de Empresas de Juguetes y Afines (AADEJA), hoy no hay desabastecimiento sino «falta de surtido». «La disminución de productos importados en las jugueterías empieza en 2006, pero la problemática se agudizó en 2009 y se profundizó este año». Y agrega: «La verdad es que los chicos se frustran mucho. Se montan publicidades en la tele, se lanzan los productos y luego no están en el negocio».
«La demora en la emisión de licencias se ha agravado y resulta variable. No sabemos si serán 60, 100 ó 150 días», asegura Sandra Zapolski, directora General de Imaginarium en la Argentina. Con nueve tiendas en el país, la filial española trabaja con la misma oferta de juguetes en todas partes del mundo. Para Imaginarium, el Día del Niño representa un 20% de las ventas de todo un año.

Exportar para importar
Si bien las importaciones de juguetes aún no encuentran su techo, la participación nacional en el mercado le sonríe al sector, pues pasó de un 10% en 2000 a un 38% en 2011, según datos de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ). «La industria fue devastada en los ’90. De 260 fábricas, en el 2000 quedaron sólo 60. Ahora, 100 fábricas nacionales están a full trabajando para el sector», se enorgullece Miguel Faraoni, presidente de CAIJ.
«Es necesario que por lo menos exista un 50% de productos importados y marcas internacionales. Las licencias no automáticas hicieron que la industria argentina invirtiera más en máquinas, en tomar licencias de personajes de moda, en diseñadores industriales», asevera Daniel Dimare, director de Marketing y Comunicación Institucional de los juguetes Rasti. En este caso, el Día del Niño representa el 60% de sus ventas anuales.
Al amparo de estos números promisorios, la variable de ajuste también pasa por la balanza comercial de cada compañía. «Hay importadores que charlaron con el Gobierno para explicarles que hay productos que no se pueden fabricar acá y no tuvieron buenos resultados. La respuesta de la Secretaría es ‘si estoy trabando medicamentos, los juguetes no son de vida o muerte’», admite ante We un empresario del sector que prefiere no revelar su nombre.
Una de las empresas hoy más complicadas es la multinacional Mattel. La dueña de Fisher-Price, Barbie y los autos Hot Wheels tiene suspendidas sus importaciones en el marco de una investigación por el incumplimiento al presentar certificados de origen en la mercadería en 39 operaciones en el puerto de La Plata.
En el país, Imaginarium importa el 90% de sus productos y a través de terceros, fabrica el 10% en suelo argentino. Sin embargo, Zapolski sostiene que no se puede sustituir el 100% de su oferta con fabricación nacional. «Por cuestiones como calidad o tecnología, los productos que vendemos no se pueden fabricar en el mercado local». Desde pistas y trenes a pila o eléctricos hasta piletas y colchonetas varían las importaciones de la empresa que aquí fabrica los Rasti. Para Dimare, «la escala no justifica hacer un desarrollo del producto en la Argentina, y sólo se produce en China».
Por su parte, en 2010 Lionel’s firmó un compromiso de exportación con la Secretaría de Comercio para llevar Mis Ladrillos a Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, Colombia y Perú. «Nuestra facturación es pareja, un 50/50 entre nacional e importado. Ya queríamos alcanzar ese porcentaje, pero hoy se ve forzado por las restricciones a las importaciones. De todos modos, tenemos la esperanza de que esto se va a acomodar», adhiere Cogliano.
En este contexto, no son pocas las multinacionales que decidieron poner un pie en el país. Entre ellas se destaca la empresa brasileña Sulamericana, que fabrica disfraces, y la italiana Chicco, que abrió una planta en Victoria para que sus juguetes para bebés sean made in Argentina. A su vez, la estadounidense Hasbro se asoció con la local Toyco para comercializar sus productos.

Sin horizonte
«Estas trabas benefician al consumidor porque «le llegan productos nobles y no hay evasión fiscal», dice el director de Marketing de Rasti. Pero Dimare advierte que el principal perjudicado es el comerciante minorista, que no puede ofrecer surtido a sus consumidores. «No es lo mismo vender una muñeca Barbie a $ 300 que una nacional por $ 50. El ticket promedio es muy bajo, y el minorista no hace caja».
Atrasarse en la venta de productos y no poder satisfacer a la demanda son otras consecuencias directas de las trabas a las importaciones. Sin embargo, la falta de incertidumbre se presenta como la principal queja de los players del sector. Para Zapolski, «si las licencias no fluyen en los 60 días, se perjudica el aprovisionamiento y nos genera una imprevisibilidad con la que hay que pelear».
A su vez, Cogliano explica que la demora de los juguetes en el depósito fiscal puede forzar al aumento de precios. «Si la mercadería que debería llegar en noviembre llega en enero o febrero, ya la tengo vendida antes de que arribe. En el interín puede aumentar el dólar, o se suman gastos extras que no teníamos contemplados», dice el director de Maketing de Lionel’s. «Por supuesto que apoyamos el concepto industrial en el país, porque muchos somos industriales, y sabemos lo que significa la problemática de no contar con las herramientas para poder producir. Lo único que pedimos es un horizonte de factibilidad», concluye Mermelstein.
Cronista

La industria del juguete despega

May 11, 2011

La industria del juguete no es una excepción para la política oficial de frenar la entrada de productos del exterior. Se trata de uno de los sectores beneficiados por el control de importaciones vía aplicación de licencias no automáticas (LNA) y que cuenta, además, con la competitividad «prestada» por la fortaleza del real brasileño. Así podría resumirse el impulso que hoy tiene un negocio que también está recibiendo la llegada de algunos jugadores internacionales de porte. De todos modos, algunos analistas sostienen que no está claro si la tendencia actual podrá consolidarse en el tiempo.

Inicialmente, la política del Gobierno buscaba el objetivo de sustituir importaciones y favorecer la generación de empleo en sectores sensibles a través de las licencias no automáticas. Pero además, en los últimos meses tal política se profundizó debido al achicamiento de la balanza comercial. Esto tiene que ver con la alta inflación y el abaratamiento del dólar. El impacto de las trabas a los importados comenzó a dar sus frutos en la industria del juguete.

En octubre pasado desembarcó en el país Sulamericana Fantasías, la firma líder en la fabricación de disfraces en el mercado brasileño.

Con una inversión inicial de $2 millones, la empresa abrió una planta de 1.500 metros cuadrados en el barrio porteño de la Paternal.

Pero no es la única. Según la publicación Juguetes y Negocios, la llegada de Sulamericana se suma a las inversiones que tiene en el país la italiana Chicco (bebés y puericultura), con una planta en la localidad bonaerense de Victoria, en tanto la estadounidense Hasbro se asoció con la local The Toy Company, que industrializa sus juegos de sociedad. La pionera fue la española Moltó, que entre 2003 y 2009 se alió con Dimare, otra empresa nacional, para que le fabrique y comercialice sus productos en el país.

Con sede en San Pablo, Sulamericana Fantasías hace 15 años que produce disfraces y siempre quiso expandirse a otros países. «En 2010 surgió la idea de exportar desde Brasil pero se vio que lo mejor era montar una planta en la Argentina para fabricar aquí y proyectarse a la región», señala Mario Gómez Giménez, gerente comercial de Sulamericana de Argentina.

«¿Por qué es mejor hacerlo desde aquí? Porque se ha replanteado el negocio. Se pensó venir a la Argentina por el beneficio que supone la cercanía con mercados como Chile y Uruguay, pero especialmente por la diferencia cambiaria que hay entre el peso y el real. Esto, junto a las licencias no automáticas, que hacían bastante complicado exportar hacia la Argentina, diría que son los factores que motivaron la llegada de Sulamericana al país».

Disfraces y alianzas Para 2011 la empresa espera producir 100.000 disfraces y hacer alianzas con mayoristas para «tener presencia en el interior del país, desde Tierra del Fuego a Salta», se entusiasma Gómez Giménez.

Pero mientras en Brasil se producen 2.000 productos, por ahora aquí hay 14 variedades de disfraces genéricos (sin licencia). A esto hay que sumar 15 líneas bajo licencia (Harry Potter, Superman, Batman) que surgen del contrato firmado a fin de 2010 con la Warner.

Daniel Dimare, director de Marketing y Comunicación de Juguetes Rasti, sostiene: «Un competidor local con la mentalidad abierta tiene que ver con buenos ojos la llegada de un jugador internacional, porque contribuye a incrementar la oferta y mejorar la calidad de los productos». No obstante, no cree que continúen llegando otras firmas. «Van a ser casos puntuales porque acá hay una industria local importante», destaca.

Miguel Faraoni, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), estima que con la llegada de un jugador de envergadura, algunas empresas locales pueden tener preocupación, en especial las que producen en el mismo segmento. En su opinión, «esto hace también que la industria nacional tenga que estar despierta, ver dónde hay que mejorar para ofrecer un producto que compita en precio y calidad». Y coincide con Dimare: «Se me hace difícil que vengan otras empresas».

En este punto, rescata la sinergia necesaria entre firmas de Brasil y Argentina. «Tenemos que trabajar por un Mercosur grande, hacer joint ventures con empresas brasileñas ­los únicos dos países sudamericanos con industria del juguete­ para poder competir con lo que viene de China. Hoy, el 75% de todos los juguetes que se producen en el mundo se fabrican en el país asiático», concluye.

Ieco